Celebran Encuentro y Conversatorio con alfabetizadores eméritos de la CNA

Como parte de las actividades de conmemoración del 43 Aniversario del inicio de la Gran Cruzada Nacional de Alfabetización (CNA), hoy en el Colegio Público Clementina Cabezas, DIII de Managua, se realizó un encuentro y conversatorio con Alfabetizadores Eméritos que participaron en esta gran gesta histórica del país.

En el encuentro participaron alfabetizadores de Managua, quienes, compartieron su experiencia de amor y solidaridad en la lucha contra el analfabetismo en 1980, así como estudiantes de Decimo y Undécimo Grado de este centro, quienes en estos tiempos apoyan el proceso de alfabetización, que impulsa el Buen Gobierno que preside el comandante Daniel Ortega.

Ruth Campo, Coordinadora de alfabetización en el DIII de Managua, destacó que igual a 1980, el trabajo por la alfabetización no se detiene con el Gobierno Sandinista y que se continúa alfabetizado a personas que aún saben leer y escribir, a la par se promueve la continuidad educativa de los alfabetizados en los diversos programas y modalidades educativas.

Resaltó, el apoyo que actualmente desarrollan 120 estudiantes de diversos Centros Escolares de este distrito en sus barrios, compartiendo sus conocimientos con aquellos jóvenes y adultos, alfabetizando en sus hogares.

Por su parte el señor José Zamora, conocido como Chepe Chu, quien se movilizó a Siuna como universitario de la UNAN, en el inicio de este proceso educativo, comentó que participar en esta gesta fue una experiencia muy bonita porque logró sacar de la oscuridad a dos personas, además de conocer y compartir con el pueblo humilde. “Eran 11 horas de camino para llegar a compartir el pan con mis alumnos, pero lo hacía con gran satisfacción, cumpliendo el mandato del Comandante Carlos Fonseca: Y también enséñenles a leer y escribir”.

De igual manera el estudiante, Dennis López, de undécimo grado, describió la alfabetización como una experiencia de amor y que para él representa un orgullo estar enseñando a leer y escribir a una adulta mayor, porque reconoce que le permite servir a los demás. “Ella ahora sabe escribir con soltura, lee más fluido y hace cuentas, ahí va aprendiendo poco a poco, y eso me alegra mucho, me llena de emoción, porque yo me siento como su maestro y todo lo que ella ha logrado, me expresa su agradecimiento”.

 

 

 

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